Copia presentada del expediente seguido en la donación hecha por Don Juan de Quiñones a su hijo legítimo el capitán Pedro Miguel de Quiñones, del terreno que "a fuerza de su industria, trabajo y dedicación, tenía establecido en la jurisdicción de Barbacoas, cogido estanques y principios (roto, dice la copia) los principios de la mina de la Soledad (roto, dice la copia) de la Quebrada de Pimbisito y cabeceras del Panambi, hasta su primer (aquí está rota la copia) cruz y señal (rota la copia) las cabeceras de dicho Pimbisito divide por la señal, en la cuchilla hasta las (rota la copia), esta para que al tasar las tierras y repartirlas entre los herederos, después de su muerte, se respetaran los derechos de su hijo Pedro Miguel, sobre "los entables y descubrimientos" que éste había hecho, sin perjuicio de los demás, con la condición de que Pedro Miguel, pidiese después de la muerte de Don Juan, posesión judicial de dichas "sus tierras", ante cualquier juez. Pedro Miguel, cumpliendo con lo pedido por su padre, procedió a arreglar la posesión de sus bienes heredados, a lo cual se opuso su madre Doña Casilda Cabezas, mujer y albacea de Don Juan, pidiendo al contrario que fuese anulada la donación que su marido hiciere a su hijo Pedro Miguel, antes de su muerte.
José Miguel Álvarez, apoderado de Mariano Ángel de Quiñones y Cabezas, presbítero