Expediente seguido contra la viuda de Caicedo y Cuero, por exigírsele la consignación, en Cajas de la Hacienda pública, de 4121 pesos 6 reales que quedaba a deber la mortuoria del mismo Caicedo, de un depósito particular que recibió el año de 1810 "en la causa de concurso de Cristóbal Cobo" y que pertenecía ya a la testamentaria de éste. Se basó la demanda en el decreto expedido por el Congreso de la Unión en junio de 1815, tendiente a obtener que los depósitos particulares, así como "los fondos piadosos", que estaban en poder de testamentarios, sin destino, se entregaran a la Tesorería del Estado, a fin de ayudarlo en sus urgencias, mientras se les daba aplicación, según la justicia o voluntad de los testadores. A la demanda contestó Juana María, haciendo ver su imposibilidad para la consignación... en circunstancias de hallarse ella... satisfaciendo el empréstito forzoso del tres por ciento de ganados y del uno de todos los bienes que dejaron su marido y su suegro Manuel de Caicedo, "que por estar en un solo cuerpo, asciende su valor a una suma crecida"; lo cual y los dineros suplidos por aquel al Estado, cuando la expedición contra Tacón y los gastos que hizo de su peculio hasta Pasto, junto con el valor de los auxilios en ganado, caballería, y víveres suministrados en la hacienda de Cañas gordas a militares del Ejército Libertador en sus idas y venidas - que ella no había cobrado- pasan en mucho sobre la cantidad demandada, como lo comprueba con documentos, cuya devolución pide, a la vez que se le absuelva de la obligación de consignar tal depósito. Con todo, el Teniente de Gobernador, no la absuelve, y ella apela al Gobernador (que "se halla informado muy de cerca de éstas verdades") y obtiene un término de dos meses para dirigirse al Gobierno de la Unión; mas éste en atención a las urgentísimas necesidades de la Patria sólo le concede un plazo de dos meses más para hacer la consignación exigida; y en esta virtud el Gobernador Arboleda, con fecha 8 de mayo, manda verificar el cobro por estar vencido el segundo plazo. Juana dirige su hermoso memorial al Gobernador, en su nombre y en el de sus "tres tiernos niños, que perdiendo a su marido y a su padre en heroico sacrificio hecho por la Patria, palpan ya el grande deterioro de sus bienes", deterioro causado también por los enemigos y que aumentó la invasión de las huestes de Juan Sámano.