Despacho de la Junta de Real Hacienda, que se componía del Gobernador y Oficiales Reales de Popayán, para que el teniente de Buga hiciera pregonar el estanco de aguardiente en esa ciudad a fin de rematarlo en el mejor postor, de conformidad con la real provisión de la Audiencia de Santafé que se transcribe, y en la cual va inserta la real cédula de 14 de septiembre de 1736, fechada en San Ildefonso, y en la que el rey, que había prohibido por varias reales cédulas y especialmente por la de 10 de agosto de 1714 el aguardiente de caña en sus dominios de Indias por estimarlo perjudicial a la salud de sus súbditos, lo permite por esta otra real cédula, teniendo en cuenta la representación que sobre el particular le había hecho el Gobernador de la provincia de Cartagena el 16 de junio de 1726, sobre la conveniencia del uso de tal bebida en ese clima, según testimonio de médicos y teólogos; pero restringe su fabricación autorizando para darla en arrendamiento, a razón de ocho reales de plata por cada botija de arroba y cuarta que se destile y con la condición de no mezclarle cal, tabaco o vallico ni otro alguno que pudiera perjudicar la salud, por lo cual la Audiencia de Santafé dirige su real provisión al Gobernador y Oficiales Reales de Popayán sobre el particular autorizándolos a su vez para pregonar el estanco, lo que cumplen por este despacho en lo referente a la Provincia de Buga, cuyo Teniente, en tal virtud, hace dar los pregones y devuelve el expediente sin que se hubiera presentado postor.

Despacho de la Junta de Real Hacienda al Teniente y Justicia Mayor y Alcaldes de Caloto para que se proceda al estanco de aguardiente en virtud de la orden reiterada del Virrey Eslava. Diligencias obradas al respecto en Caloto con los pregones y remate hecho en don José Sánchez, etc.

Razón que se forma por los Oficiales Reales de esta Real Contaduría para las manifestaciones que se hicieren por los sujetos que sacan el aguardiente de caña de esta ciudad y, para el cargo de su cobranza desde el 3 de febrero de 1744, sacada del libro grande que para este fin se hizo, con su abecedario.

Auto para que se proceda al establecimiento del estanco de aguardiente por orden del Virrey Eslava dada el 25 de septiembre de 1740 y por no haberse cumplido, repetida el 14 de septiembre de 1743. Se manda que las personas que sacaban aguardiente de caña manifestaran sus alambiques etc., para regular la porción que pueden sacar y la paga que deben hacer a su Majestad a razón de un real por cada frasco cada año o cada mes, según la seguridad de la persona. Auto de visita dado por haber devuelto las personas a quienes se otorgó el permiso que habían recibido comprometiéndose a pagar 10 reales cada mes por cada zurrón que batiesen y temerse de esto el fraude; se conmina a los que saquen sin licencia con multarlos en 200 patacones o con el perdimiento de sus bienes, si éstos no alcanzaren a cubrir tal suma.

Escritura de fianza por la cual consta que habiendo rematado Pacheco en 50 patacones el estanco de aguardiente de Buga por 5 años, a partir del 12 de mayo de 1744, antes de entrar a actuar como tal rematador por falta de autorización, cede dicho remate en las condiciones en que este adjudicó a los señores del Cabildo y éstos aceptan la cesión pagando los primeros 100 patacones por el año que iba a cumplirse y el Teniente de Gobernador don Miguel de la Bandera, los autoriza para cobrar de los vecinos dichos cien patacones, y acepta las fianzas que para el pago de los otros cien patacones anuales van dando los cabildantes etc.

Traslado de las diligencias obradas en el Cabildo de Almaguer y enviadas por el Teniente General de Popayán, en cumplimiento de la orden dada por el Virrey Eslava el 14 de Septiembre de 1740, sobre que todas las personas qua sacaban aguardiente lo manifestaran y pidieran la licencia correspondiente para el establecimiento del estanco, con administrador real, etc. y petición que a ese fin hace Anastasia de Bermeo, ofreciendo pagar 5 patacones al año.

Auto de los Oficiales Reales sobre una consulta que hace el arrendador del estanco de aguardiente de Caloto don José Sánchez, sobre si podía o no, usar la insignia de un bastoncillo para ser reconocido como tal arrendador como se lo concedió el Alcalde de primer voto don Pedro Sánchez de Sala, y si los mayordomos y negros de los trapiches de los Padres de la Compañía de Jesús y otros blancos agregados que sacaban aguardiente para venderlo estaban exentos del pago de derechos. A esto resolvieron los Oficiales Reales que no estaban exentos y dejaron lo del bastoncillo al Gobernador, quien concedió el permiso.

Razones que se forman por los Oficiales Reales de esta Real Contaduría y Cajas de Popayán de los enteros ejecutados en ellas en 1746 y 1747, por los sujetos que han hecho manifestaciones de alambiques para sacar aguardientes y se han ajustado en esta real Contaduría

Autos para que se saquen a venta y pregón de cuenta de su Magestad el arrendamiento del estanco de aguardiente de caña en Caloto. Diligencias y pregones en dicha ciudad y remate hecho en Popayán en García del Riego.

Despacho de la Junta de Real Hacienda sobre el estanco de aguardiente de la provincia del Raposo en virtud de petición de don José de Arizaga y Mora, quien hace postura a dicho estanco. Pregones, posturas de los mineros y remate que se resolvió al fin a favor de Arizaga.

Razón de los débitos que constan en el libro real de manifestaciones del ramo de aguardiente, en esta real contaduría y causados par los sujetos que se expresan. El Gobernador mandó al Alguacil que pasara a hacer los cobros y a quien no pagara le exigiera prenda de mayor valor que el débito para ponerla en una pulpería o tienda empeñada” o lo redujera a prisión, en caso de no tener prenda.

Queja de Sánchez como registrador de la renta de aguardiente en Caloto, contra el Alcalde Nicolás de Mariones y pide justicia. La Junta dicta las providencias necesarias para ampararlo.

Memoria de las personas que se compusieron con el real derecho de aguardiente por el tiempo de un año, el que se cumplió el día último de abril de 1745.

En virtud de la carta-orden del Virrey Eslava fechada en Cartagena a 25 de septiembre de 1740 y en la cual se pide se informe si se ha empezado a establecer en las ciudades de la Gobernación de Popayán el estanco de aguardiente de acuerdo con lo mandado por el Rey, la Junta de Real Hacienda dirige al respecto a los administradores ordinarios de Iscuandé un despacho fechado a 13 de febrero de 1744, para que se pregone el arrendamiento del estanco, y en Iscuandé se establece por composiciones con los dueños de trapiches, cañaverales, etc.; de todo lo cual no se había dado cuenta desde 1745 en que se estableció el ramo de conformidad con dicho despacho Real. Por esto los Alcaldes administradores Carvajal y Quijano y los Oficiales Reales Ulloa y Valdés el 1º de junio de 1753 comisionan al Teniente de esa Provincia Ruiz Bazán para que proceda a recaudar lo caído en ocho años a razón de 176 patacones anuales que importaban dichas composiciones; recaudación que debía hacerse de los sujetos que en dichos años hubieran sido Alcaldes Oficiales Reales y si hubiesen muerto, de sus herederos, y si no hubiesen dejado bienes, de los individuos que componían el Cabildo etc. Integraban la junta de real hacienda en 1744 el Teniente de Gobernador José de Mosquera y Figueroa por ausencia del Gobernador Carreño, y los Oficiales Reales Ulloa y Valdés, y en 1753 estos Oficiales Reales que habían sido suspendidos, actuaban en todo lo de su cargo con los administradores nombrados al efecto.

Cesión que hizo Sánchez del estanco de aguardiente a la ciudad y vecinos de Caloto por los cuatro años que le faltaban para terminar el arrendamiento que se le había hecho a él en remate, que había empezado a correr el 13 de septiembre de 1744. Aceptación de la cesión y escritura de saneamiento.

Despacho del Virrey al Gobernador y Oficiales Reales para que se saque a venta y pregón el estanco de aguardiente y mientras se remata pague quien lo saque o venda un real por cada frasco y un patacón por cada botija, si lo sacara y vendiera con licencia y si no, que se le apliquen las penas que se insertan y que se refieren a nobles y plebeyos. A éstos si no tuvieren cómo pagar la multa de 200 patacones, se les sacará a la vergüenza pública y se les desterraría por seis años y a aquéllos, les impondría el castigo la Real Audiencia. Este despacho obedeció a una carta del Tesorero don Felipe Antonio Martínez Valdés en la que este se quejaba al Virrey de las dificultades que se habían presentado desde hacía dos o tres años para el establecimiento del estanco y de que nadie pagaba, con pretexto (dice la carta) de que ya no lo saca siendo así que es mucho el que se consume y beneficia en todas las casas y mas en las principales y como todos descienden de Pelayo y de Iñigo Arista no se les puede impedir por nosotros (los Oficiales Reales) sin la contingencia de algún alboroton. Y pedía dicho Tesorero Oficial Real que se compeliera al Gobernador don Juan Francisco de Eguizabal como patricio por algún agrio despacho a que ponga en planta el estanco. Se mandó pregonar y se pregonó el despacho íntegro en la plaza mayor y lugares acostumbrados de la ciudad y el Tesorero pidió a la vez que no se hiciera excepción de casas ni sujetos para la visita de alambiques porque no haya queja de que sólo se ejecuta ésta con los pobres.

Pide el asentista al Alcalde que haga efectiva la multa de 200 pesos decretada contra los defraudadores de la renta, según despacho del Virrey, a Doña Francisca Fernández de Belalcázar, por haberle hallado en las piezas que habitaba de la casa de su sobrino don Santiago, un contrabando grande de aguardiente en siete u ocho vasijas de superior grandor, las que por su tamaño no se llevaron a la fábrica y las hizo quebrar con alambiques y ollas y agrega que tal acción escandalosa no se puede disimular por el mal ejemplo respecto de ser casa principal y poderosa. Se le aplica la multa de 66 patacones 5 1/2 reales tocantes al real fisco... quedando en lo de adelante amonestada la contenida doña Francisca de Belalcázar para que se contenga en el fraude de la fábrica de dicho aguardiente...

Petición que Valencia presentó en nombre de don Jerónimo de Orozco Valdivieso, arrendador del estanco de aguardiente de Caloto, para que se le hiciera justicia contra los defraudadores de la renta, que sin licencia suya y acogiéndose a las dadas anteriormente por el Alcalde de la Hermandad Joaquín Bolaños y el alcalde ordinario don Francisco Antonio Iruleta, sacaban aguardiente. Al efecto Valencia presentó el poder de Orozco y los autos seguidos por el Teniente de Caloto don José Sánchez sobre el registro que Orozco había pedido se practicase en casas de vecinos de Quilichao y sus cercanías donde se cometía el fraude. La Junta de Real Hacienda estudiado el asunto ordenó al Teniente de Caloto proceder contra Orozco y sus fiadores por lo que estaba debiendo y contra los contraventores, de acuerdo con lo pedido y las leyes.

Autos referentes a los estancos de aguardiente de caña del Raposo que se le arrendó a Arizaga, según aparece del despacho del Virrey que aquel presentó a la Junta de Real Hacienda para que se mandara cumplir, reconociéndosele el remate y teniéndosele en cuenta desde el día en que tomara posesión y por el término de cinco años: tres obligatorios y dos voluntarios, término por el cual lo arrendó en cantidad de 400 pesos anuales. Se posesionó el 5 de diciembre de 1753.

Escritura de fianza otorgada por don Joaquín de Escobar y la Borda, arrendatario del estanco de aguardiente de Caloto con don Francisco de Silva y don Francisco de Bedoya, como sus fiadores, por 950 patacones pagaderos en cinco años, término del arrendamiento.

Francisco Javier Orozco, recaudador del Real derecho de Alcabala y vecino de Caloto, confiere poder a Manuel de Escarraga, vecino de Popayán, para que en su nombre remate el real estanco de aguardiente de caña de Caloto y su jurisdicción por 205 patacones anuales y por el término de seis años. Así lo propone Escarraga ante los jueces Oficiales Reales, como único postor y admitida su postura, la Junta de Real Hacienda la manda pregonar.

Autos relativos al ramo de aguardiente de caña de Iscuandé y Barbacoas, para indagar el motivo de no haberse incluido en las cuentas de Real Hacienda el procedido de dicho ramo en esas provincias, a fin de que se cobre lo que por él se debe y se remate en Barbacoas y su provincia. Actúa en Barbacoas don Francisco Damián de Espejo, Gobernador en visita en febrero de 1754.

Despacho de los Oficiales Reales para que el Teniente de Cali hiciera dar los treinta pregones para el remate del estanco de aguardiente de caña y oyera posturas. Dados 100 pregones, el Teniente devuelve las diligencias hechas sin que hubiera comparecido postor.

Autos sobre el remate que en 1755 se hizo del estanco de aguardiente de caña de Caloto, por muerte del arrendatario don Jerónimo de Orozco, en don Joaquín Escobar y Laborda, quien se obligó a pagar en cada año 190 patacones durante cinco que debía durar el remate y dio fianza a satisfacción.

Despacho en que el Teniente de Gobernador comunica a Beltrán lo resuelto por el Virrey sobre lo que había pedido el albacea de don Francisco de Arboleda y don Manuel Hurtado, difuntos, el cual lo era don Pedro de Arboleda, Pbro. Según dicho despacho no se podía vender aguardiente en los reales de minas ni en sitios cercanos a ellos como Quilichao, por considerarse que el mejor medio para que se pierdan minas y negros, es venderles aguardiente.