Comisión dada a Junguito por el Gobernador García, como Juez mayor de la residencia tomada a su antecesor don Gabriel Díaz de la Cuesta y a sus Ministros y Oficiales y demás personas que durante el tiempo de su gobierno administraron oficios de república etc., para que ejecutara en Arma a los cabildantes y Ministros que fueron de ese tiempo en dicha ciudad y cuyos nombres constan en el expediente, por los cargos que les resultaron en el juicio de residencia, y que por no haber apelado de la sentencia, se declararon por pasados en autoridad de cosa juzgada; y autos del Juez receptor en cumplimiento de su comisión.

Auto y comisión del Gobernador para que el Alcalde de Anserma proceda, junto con el Alcalde de Arma, a hacer efectivas las condenaciones hechas por García a los que actuaron en el gobierno de don Gabriel Días de la Cuesta y que por negligencia no se han cobrado, y autos que en tal virtud proveyeron el Alcalde Manzano y los de Arma Juan Nicolás de Arteaga y Bernabé Valdés.

Cartas sobre bulas recibidas para la predicación de 1772 y 73, devolución de las sobrantes de la anterior y envío de libranzas y cuentas con pago.

Salamanca certifica que los diezmos de Santiago de Arma en 1558 fueron rematados por el Capitán Juan Ruiz en 300 ps. con prometido de 50 ps., quedando neto 250 ps.

Un oficio acompañado de otros documentos, en el cual el Presbítero Juan José Rojas consulta a la Junta de Diezmos, si habiendo sido Presbítero Sinforiano Pérez cura de Arma hasta el 17 de abril de 1823, y él, de "esta fecha hasta el fin del año", y que habiendo llegado el caso de percibir los novenos "que se pagan aquí (Arma) por el mes de octubre", deben éstos ser partidos a prorrata o a quien pertenecen; que él (presbítero Rojas) consultó el caso al Ilustrísimo Sr. Obispo y éste “resolvió lo que ven por la adjunta". (En uno de los documentos que acompañan a este oficio hay una transcripción hecha por Félix Liñan y Haro, secretario del Obispado, la cual dice: "Los Novenos deben dividirse por Días: y así a cada uno le corresponde según los que sirvió el curato"). La Junta de Diezmos pasa el asunto al Juez hacedor éste lo pasa al Defensor, Manuel de Cuebas, quien manifiesta que el asunto debe resolverlo el Obispo.